¿Existen diferencias entre la magia negra y la magia blanca?

Cuando una persona empieza a introducirse en el mundo de la magia, surgen muchas preguntas: ¿estaré haciendo algo malo? ¿es peligroso lo que hago? ¿qué diferencias hay entre magia negra y magia blanca? Estas preguntas son comprensibles, sobre todo si a nuestro lado no tenemos un guía que nos ayude a comprender este mundo. En el artículo de hoy intentaremos responder a la última de las preguntas para que puedas conocer en qué difieren entre sí magia blanca y magia negra.

La magia blanca y la magia negra tienen una misma fuente de energía, que es el universo. Mediante el universo, el mago puede realizar diferentes hechizos, encantamientos y sortilegios. La diferencia entre ambas magias, como podemos ver, no es la fuente de la energía usada, su diferencia principal recae en la intención que se tiene a la hora de usarla.

La magia negra es, desde siempre, un medio mediante el cual los magos pueden hacer el mal. Ya en las películas Disney se ha hablado con mucha asiduidad de esta práctica: brujas malvadas que usan la magia para sus propios propósitos incluso cuando éstos pueden dañar a terceras personas. Evidentemente, los magos de hoy en día no se parecen nada a las brujas de nariz puntiaguda del folklore popular. Los magos que usan la magia negra para sus propios interesen son gente de lo más normal, gente como tú que un buen día decide traspasar la línea para conseguir algo que desea con más fuerza que su propia alma.

Esa es la diferencia principal entre la magia negra y la magia blanca: para la magia blanca se usan los 4 elementos, la naturaleza y la bondad, por encima de nuestros deseos, está el hecho incuestionable de no hacer daño a los demás. La magia negra, en cambio, se basa en la oscuridad,  los temores y la malicia, el sufrimiento de los demás solo son efectos colaterales si se consigue lo que se desea.

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